Llegaron. Asesinaron a pueblos enteros. Pisonearon culturas hasta su extinción. Sometieron, ultrajaron y esclavizaron a millones de seres humanos por generaciones enteras. Impusieron religión a sangre y muerte. Robaron. Saquearon riquezas. Enfermaron a un continente. Redujeron a ruinas el esplendor arquitectónico de civilizaciones milenarias. Torcieron el curso de un mundo. Rompieron un equilibrio ancestral.
Los descendientes de los llamados ‘conquistadores’ que ocupan puestos de decisión y poder, aprobaron una reforma migratoria que legalmente entrara en vigor en el año 2010 pero que en los hechos ya esta siendo aplicada.
Mucho se ha escrito y dicho sobre los motivos que llevaron a la confección de tan polémica reforma. Los mandatarios integrantes del Mercosur así como de países asociados, emitieron fuertes declaraciones en repudio y protesta a la cuestionada reforma aprobada por el parlamento europeo.
Por supuesto que el presidente de nuestro país (Calderón Hinojosa) no podía quedar fuera de la protesta, aunque esta fuera realmente tibia y de compromiso, ya que como sabemos, el gobierno mexicano esta en contacto activo con las petroleras españolas que desde hace tiempo ‘asesoran’ y ‘orientan’ a funcionarios de Pemex y otras dependencias gubernamentales, las cuales se frotan las manos ante la posibilidad de una reforma energética favorable a sus intereses.
La llamada Directiva de Retorno, endurece las medidas y el trato a los migrantes irregulares como si de criminales se tratara. La reforma maneja el termino RETENCION que en la practica es una privación de la libertad. Aunque el parlamento europeo se ha esforzado por recalcar que no se trata de cárceles, los centros de retención emulan practicas propias de una prisión. Queda abierta la posibilidad de retener al migrante hasta por 18 meses, tiempo en el que supuestamente se resolvería su situación migratoria.
Decenas de ONG y asociaciones civiles en diversos puntos del planeta han expresado su rechazo a la Directiva de Retorno por considerar que es abiertamente violatoria de los derechos humanos.
Ahora recuerdo aquella frase que sonaba apocalíptica respecto a los hechos que ocurrieron en Nueva York, hechos que años después, como ondas de choque, van reestructurando perturbadoramente el orden mundial: 11 de septiembre de 2001, el día que cambio al mundo.
Pero también recuerdo una frase inspiradora del sindicalista argentino German Abdala:
Mucho se ha escrito y dicho sobre los motivos que llevaron a la confección de tan polémica reforma. Los mandatarios integrantes del Mercosur así como de países asociados, emitieron fuertes declaraciones en repudio y protesta a la cuestionada reforma aprobada por el parlamento europeo.
Por supuesto que el presidente de nuestro país (Calderón Hinojosa) no podía quedar fuera de la protesta, aunque esta fuera realmente tibia y de compromiso, ya que como sabemos, el gobierno mexicano esta en contacto activo con las petroleras españolas que desde hace tiempo ‘asesoran’ y ‘orientan’ a funcionarios de Pemex y otras dependencias gubernamentales, las cuales se frotan las manos ante la posibilidad de una reforma energética favorable a sus intereses.
La llamada Directiva de Retorno, endurece las medidas y el trato a los migrantes irregulares como si de criminales se tratara. La reforma maneja el termino RETENCION que en la practica es una privación de la libertad. Aunque el parlamento europeo se ha esforzado por recalcar que no se trata de cárceles, los centros de retención emulan practicas propias de una prisión. Queda abierta la posibilidad de retener al migrante hasta por 18 meses, tiempo en el que supuestamente se resolvería su situación migratoria.
Decenas de ONG y asociaciones civiles en diversos puntos del planeta han expresado su rechazo a la Directiva de Retorno por considerar que es abiertamente violatoria de los derechos humanos.
Ahora recuerdo aquella frase que sonaba apocalíptica respecto a los hechos que ocurrieron en Nueva York, hechos que años después, como ondas de choque, van reestructurando perturbadoramente el orden mundial: 11 de septiembre de 2001, el día que cambio al mundo.
Pero también recuerdo una frase inspiradora del sindicalista argentino German Abdala:
Podrán arrancar mil flores, pero no podrán detener la primavera.
SALUDOS
