lunes, 15 de septiembre de 2008

EL ROCK ESTA DE LUTO (sobre la muerte de Richard Wright)

Desperté con el animo bastante bien, hice un par de llamadas y me disponía a lavar mis trastes sucios cuando recordé que hoy no había leído los periódicos, puse una rolita de Chetes, de esas para escucharse en día frío y nublado, entre a La Jornada en línea y ahí estaba la fatídica noticia: Muere el tecladista y fundador de Pink Floyd, Richard Wright.

A diario muere gente y de alguna forma también me afecta porque como escribió alguien por ahí, cada que muere un ser humano muere una parte de mí. Bueno, pues el chiste es que hoy el rock esta de luto (es frase la acaba de decir el señor Humito). Wright, que era de los chingones, de los meros buenos, perdió la lucha contra el cáncer. Podría sintetizar un breviario sobre su trayectoria o poner adjetivos guajoloteros para expresar mi pena y dolor, pero no, de eso se encargaran las revistas rockeras y musicales, púes al señor Wright no se le puede encasillar en el reducido concepto de rockero, Wright fue músico y de los picudos, águila descalza pues.

Este compadre compuso rolas que figuran en el soundtrack de mi vida, que me han y seguirán acompañando en los instantes gruesos o bellos que integran mi vida (y quizás, quien sabe, hasta de mi muerte). De ahí que al enterarme de que se pelo al otro lado, al lado de los muertos, sienta como una parte indefinida de mi también se haya ido para allá.

No puedo imaginar mi vida sin rolas como "Goodbye Blue Sky" o la chidisima y alucinante suite “Atom heart Mother” de casi veinticuatro minutos que incluyeron en el su quinto álbum los Pinks Floyds. Sin Richard Wright, la música, el rock, Pink Floyd y muchas vidas, como la mía, no serian lo que son. Así de ese tamaño. Me puedo morir y no pasa nada. Se muere Wright y deja un huecote tan grande e irrepetible como su mismo nombre.

Ya para despedirme les dejo dos rolitas. Es “Atom Heart Mother” en partes, la otra es un medley de la misma rola que hizo algún seguidor de Pink Floyd en alguna parte del planeta, me gusto mucho y cuando la escuche hace unos meses por vez primera pensé: “carajo, a esto sonarían las rolas de un hijo de Richard Wright y Yann Tiersen”.


Ni modo, uno menos aquí otro mas allá, en el mas allá.


Atom Heart Mother Piano Medley



Atom Heart Mother (parte 1)



Atom Heart Mother (parte 2)

8 comentarios:

Pequeña Capitali$ta dijo...

Qué lástima, comparto tu dolor, no manches. En teoría, cuando se va un grande de la música se lleva a otros dos, espero que no porque nos van a dejar sin leyendas.

Me latió lo de sin adjetivos guajoloteros, tienes razón, a veces los periodistas exageramos o escribimos de tal forma que conseguimos decir qué no era algo.

Tore dijo...

Una gran pérdida pal rock, ni pedo, a la muerte solo se le ofrece tierra y un poco de llanto. Nos quedamos con las ganas de ver a los floyd todos juntos en vivo (y quién sabe si un dia pasaría)...
De cualquier modo ya hay bandas de alto calibre haciendo música muy cabrona, disfrutemos lo que nuestros tiempos nos ofrecen y dejemos a los que se quisieron/tuvieronque quedar atrás...

Rodrigo R. Herrera dijo...

Tsssss esa es de la pérdidas que si duelen y mucho.
La maquinaria de los Egos Delirantes se va extinguiendo poco a poco
ya se nos fueron 2.

Chiriboshi dijo...

...

=(

y

=(

y mas

=(

Hey Mr. Rain dijo...

Creo que entiendo tu pena, a mi me pasò cuando murió Julio Galán. A veces sin darnos cuenta algunos artistas también forman parte de nuestro mundo, aunque no los conozcamos.
saludos, Lepunk

Pequeña Capitali$ta dijo...

Oiga está bueno el luto pero ya posteyele no? ya pasaron como 15 días. jeje q insensible.. saludos!!

Jessica Sosa Echagaray dijo...

ñiaaaa
yo di la nota en radio
se sintio feo

Roberto Rivadeneyra dijo...

De por sí Pink Floyd es uno de esos grupos insustituibles e insuperables, la ausencia de cualquiera de sus integrantes es fatífica para el grupo.

La salida de Waters era terrible. El reencuentro fue esperanzador de volver a verlos --yo nunca los vi juntos-- juntos y gozar y viajar.

Réquiem por Richard Wright, réquiem para el rock.